Estiramos una placa de hojaldre, puede ser congelado o fresco, y le colocamos encima el relleno que vayamos a usar. A gusto de cada cual. En nuestro caso hemos usado lonchas de queso y jamón de york por un lado, y lonchas de queso y chorizo en trocitos por otro.
Una vez realizado este paso, damos forma. Enrollamos de un lado hasta el medio y del otro lado igualmente y damos forma de palmera. Y los otros hacemos un rollo completo. Después vamos cortando porciones de un dedo de grosor.
Colocamos en una bandeja de horno sobre papel de hornear y las untamos con huevo batido.
Introducimos en el horno durante 15 o 20 minutos hasta que estén doraditos.
Se pueden comer calientes o fríos. Pero os aconsejo calientes. Riquísimos.
Otro día los probaremos dulces que también son espectaculares.
¡Buen provecho!