La receta que os propongo es una sencilla tosta de membrillo con queso fundido.
Es una de mis cenas favoritas en estas noches frías de otoño. Delicioso. Si el queso es un poco curado mejor. Yo suelo ponerle semicurado.
Tostamos unas rebanadas de pan, colocamos encima el membrillo y el queso y lo introducimos en el horno a fundir. Para tardar menos lo podéis poner en el microondas un minuto a temperatura máxima.
Cuidado al comerlo, dejadlo enfriar porque el membrillo cuando se calienta quema bastante.
El membrillo si lo preparas en casa está mucho más rico.
Para ello, lo primero es recoger la cosecha.
No ha sido muy abundante. Es un árbol joven. Nueve frutos bien grandes.
Lo justo para tener membrillo para una temporada.
Después preparamos el dulce. Lavamos bien los membrillos, los descorazonamos, los troceamos y pesamos. Sin pelarlos.
Proporciones:
1 kg. membrillo
1 kg. azúcar
1 limón
Se puede cocer en una cazuela, incluso hay gente que lo hace en olla express; pero si tenéis la Thermomix os lo aconsejo, queda perfecto y quita un montón de trabajo y de quemaduras, porque por experiencia os diré que en la cazuela salta un montón y te abrasas.
Una vez que ya tenemos los recipientes llenos lo dejamos enfriar y lo metemos en la nevera donde aguanta mucho tiempo. Incluso se puede congelar y está perfecto cuando lo sacas.
El membrillo tiene propiedades astringentes, o sea combate las diarreas. Tiene potasio, suaviza el aparato digestivo y ayuda al buen funcionamiento del hígado, además de alto contenido en fibra.
Otras formas de comerlo son, por ejemplo, acompañado de queso fresco
Como aperitivo
De todas formas está bueno. Os invito a que probéis, si no tenéis cosecha propia los podéis adquirir en cualquier frutería.
¡Buen provecho!
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